Hoy a la mañana, muy inopinadamente, recibí un mensaje que rezaba: 'si respirásemos oro en polvo temeríamos alergias millonarias'. Al principio quedé shokeado, naturalmente, pero luego le respondí: 'si adorásemos al becerro de oro beberíamos agua millonaria'.
Y, entonces, regresión,
individuos poblando el Jardín del Edén, viviendo pacífica y armoniosamente, bucólicos
despojos que indican que Caín ya mató a Abel
Moisés abre las aguas y espera que crucemos, somos los que se quedan adorando el Becerro de Oro
en la borrasca, los barcos y aviones que inventamos para cruzar el Mar por nuestra cuenta.
miércoles, 22 de abril de 2009
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je
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