martes, 11 de agosto de 2009

La abandoné y me fui dejando, dejándola al sol. Una escalera verde, cuarteada, que se apoya contra la ventana. Me alegra la vista de canteros de café donde crece la ceniza.
Ya no van a conocer el agua destilada las dichosas, venturosas plantas que en el ojo del huracán tejerán con alambre impenetrable.
Y penetra el ruido de caños, pasillos y gente que qué quería decir, quizás quería sorprender, o sólo hacerse entender.

Me apoyo en el muro de siempre y en la góndola voy cantando.


1 comentario:

Anónimo dijo...

que linda fecha que elegiste para escribir algo que empieza con "la abandone" !!!